Las importaciones de prendas de vestir aumentaron en un 33% en el primer trimestre, mientras que las ventas fabricantes de ropa bajaron en un 30%, según indican en el diario Página 12.
En este contexto el grupo Vesubio licenciatario de las marcas Lacoste, Cacharel y Penguin, incrementó sus importaciones en un 47 % en dólares; Vf Jeanwear, que comercializa prendas UFO, Wrangler y Penguin, trepó 98 % y 99 % en cantidades.
Por otro lado el supermercado Wal-Mart incrementó sus compras de ropa en un 73 % en dólares, mientras que Adidas lo hizo en un 82 % en cantidades y 97 por ciento en dólares. Además Zara subió sus compras al exterior en un 95% en kilos de ropa y 51%.
De esta manera
la participación de la industria local en el mercado se ve en peligro y con ella miles de puestos de trabajo en caso de que este comportamiento continúe.
Entre una de las principales medidas que tomó el Gobierno actual al iniciarse su mandato fue la aprobación en diciembre de una enorme cantidad de pedidos de importación. Las autoridades de la Secretaría de Comercio, encabezada por Miguel Braun, aprobaron unas 35 mil declaraciones juradas de importación que habían quedado acumuladas sobre el final de la gestión anterior.
“Las importaciones en el primer trimestre de la cadena textil y confecciones alcanzaron 57 mil toneladas por un valor de 329 millones de dólares, un aumento del 6,6 por ciento en peso y del 5 por ciento en dólares en la comparación con el mismo período de 2015”, explica un informe de la Fundación Protejer que analizó Página 12.
Por su parte el incremento de las importaciones textiles potenció la caída para la producción nacional del sector. De esta manera desde Protejer se calcula una caída del nivel de actividad textil del 25%.