En pleno año electoral proliferan varios prónosticos con respecto a cómo será la situación económica cuando cambie el Gobierno nacional y los especialistas en el tema que acompañan a los presidenciables difunden diversas visiones al respecto. Ese es el caso de Miguel Bein, quien forma parte del equipo de trabajo de Daniel Scioli, y en una entrevista con el diario La Nación hizo declaraciones con respecto al plano financiero del país.
Una de las principales críticas de la sociedad y de la oposición al gobierno nacional es por el índice de inflación, frente a este fenómeno explicó qué estrategia se tomará si el gobernador bonarense llega a la Casa Rosada:
"Bajarla abruptamente solo se puede hacer con un ajuste, por lo tanto está descartado. Mi visión es llegar a un dígito al final de los cuatro años. Eso incluye política de precios y de ingresos, con lo cual la presencia del Estado es irremplazable". Si bien aseguró que acompañará al candidato durante su gestión, prefirió no aclarar si ocupará un cargo público o no.
Con respecto a las políticas implementadas por el ministro de Economía actual, Axel Kicillof, y su influencia en la gestión que viene, adviritó que la agenda del próximo gobierno la va a poner el presidente y nadie más. En ese sentido, destacó:
"Yo lo voy a ayudar a Daniel a que trate de construir un esquema de administración económica que le sirva a la Argentina para iniciar el camino del desarrollo. Esto es lo único que a mí me motiva: la agenda del desarrollo. Y esa es una agenda nueva".
El economista también consideró que
"con el actual tipo de cambio, al cual no le sobra nada, la Argentina no puede seguir cobrando impuestos a las exportaciones como está cobrando" y resaltó:
"Borraría de un plumazo las retenciones a las exportaciones de las economías regionales, las retenciones al trigo, y al maíz, aunque no las eliminaría del todo".
Otro de los aspectos cuestionados es el gasto estatal, frente a lo cual indicó:
"Es un problema que el gasto público sistemáticamente crezca mucho más que lo que crece la recaudación de impuestos". En relación a eso, subrayó: "
Para mantener el superávit fiscal el gasto público debe crecer pero por debajo del crecimiento de la recaudación, ésa es una política fiscal prudente".
Teniendo en cuenta que los subsidios es otro de los puntos que más se le critican al Gobierno nacional, expresó:
"Hay subsidios mal direccionados. Deben destinarse a sectores vulnerables. Los innecesarios cuestan 50 mil millones de pesos por año".
Por último, se expidió sobre la Doctrina de Inteligencia Nacional, que tiene como objetivo evitar corridas bancarias, y sostuvo:
"El decreto de inteligencia financiera es irreprochable" y justificó que tiene la finalidad de evitar la comisión de delitos.
