Si algo está claro tras el
magro resultado del Frente Renovador en las provincias que ya votaron y el descenso en intención de voto que le arrojan las encuestas, es que a Sergio Massa la inacción lo condenaría al final de sus aspiraciones presidenciales. Lo saben y reconocen al interior del FR: si no hace nada, Massa pierde.
Por eso, primero intentó reeditar la idea de una primaria amplia de la oposición, que le hubiese permitido recuperar un lugar en el mundo opositor. Pero
Mauricio Macri se opone a ser parte de un espacio que integre el peronista y ex funcionario kirchnerista.
Por eso, el segundo camino de Massa era el que tarde o temprano -aseguran en su entorno- se dará. Junto al gobernador cordobés José Manuel de la Sota y el puntano Adolfo Rodríguez Saá, se preparan para lanzar una primaria del peronismo disidente. "Las negociaciones existen y están encaminadas. El acuerdo es inminente", dicen en el armado massista. Los equipos de uno y otro se reúnen asiduamente en los últimos días y hasta ambos precandidatos se mostraron juntos en un bar porteño esta semana.
De este modo, el tigrense conseguiría competir con el atractivo de las PASO que protagonizarán Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió, y con las primarias que podrían dirimir el candidato del FpV entre Daniel Scioli y Florencio Randazzo. Y así, apuntalar su candidatura, que está en retroceso hace varios meses.
Además, los votos de Rodríguez Saá y De la Sota lo ayudarían a Massa a recortar la diferencia que tiene actualmente con Scioli y Macri. En 2011, el hermano del puntano sacó el 8% de los votos, mientras que Eduardo Duhalde (otro peronista ortodoxo de perfil de votantes similar al de De la Sota) había logrado el 6% de los votos, lo que dan un total de 14% de votos de peronistas no kirchneristas. La mayoría de ellos, ya forma parte del apoyo al Frente Renovador, aunque una parte también sigue fiel a otros dirigentes, como De la Sota. Según las encuestas que maneja el gobernador cordobés, su candidatura cosecha un mínimo del 5% y la de Rodríguez Saá, un piso del 4%,
La alianza peronista también contaría con el apoyo de los principales gremialistas del peronismo ortodoxo, como Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Guillermo Pereyra. Aunque desprestigiados a nivel social,
los caciques sindicales siguen siendo un factor gravitante de la política argentina, con su poder de movilización y de "frenar el país", como se arrogan ante cada paro nacional.
Por su parte, De la Sota también quiere una interna peronista. En su mente, la ecuación es la siguiente: una primaria con el líder del Frente Renovador lo llevará a primera plana y lo ayudará a consolidar el crecimiento que recientemente está logrando de la mano de la instalación mediática de su candidatura con spots y un libro.
Además, revela un armador del delasotismo en Córdoba, si una vez presentada la primaria peronista se produce el eventual y poco probable escenario de que Massa baje su candidatura presidencial y busque la gobernación bonaerense, De la Sota sueña con quedarse con el caudal de votos que deje el tigrense.
